miércoles, 4 de septiembre de 2013
FRANCISCO
¡AY…Francisco…
Francisco!
¿Cómo
has hecho
Para
encontrarlo?
¿Qué
fuerza,
Que
Destreza,
¿Con
qué manera de amar, amaste tanto?
Para
quedarte encadenado
Adherido
a su corazón con tanta fuerza.
Tus
ideales de caballero
De
luchar por tu hermosa dama
Con
tu armadura reluciente
A
cubrirte con un tosco sayal
Y
hazme reír de la gente
De
muy valiente guerrero ecuestre
A
humilde pregonero.
¡Oh…!
Pero,
Perdóname…si
¡Tan
cercano del Señor!
Dilapidabas
a montón.
A
sencillo mendicante,
Pero,
que grande,
Enamorado
del creador.
Francisco
¿Cómo
fue
Ese
radical cambio?
Cuando,
justo, en una memorable batalla,
Diste
tu famosa estocada.
Con
unas pocas y santas palabras
Encaminaste
tu vocación.
Francisco!
¿Cómo,
puedes ver a Dios?
En
pequeñas criaturas,
Y,
hasta en el imponente sol?
Que
a todos los seres hermanas.
Gozas
con su perfección.
A
los peces del mar,
A
los animales del bosque.
En
todos,
Todos, ves la mano de Dios
Todos, ves la mano de Dios
El
agua que corre plácida en su cauce
El
agua con su oleaje en el mar
Las
estrellas, arriba en el cielo
Todo…
Todo,
es tu templo,
Todo
lo elevas a Dios.
Que
arrobado por Él
Te
sumerges en oración.
¡Oh!... francisco...
¡Oh!... francisco...
Francisco.
¿Cómo,
te pueden hablar de dios
Las
arenas del desierto
Las
montañas en y su esplendor?
¡Y, que se yo!:
¡Y, que se yo!:
El
calor,
La
lluvia,
El frío.
El frío.
¿Cómo
te pueden hablarte de Dios?
Que en tu emoción
Por
el hombre pides bendición
Y,
Por tanto dolor,
Le
pides perdón.
Por
ser la puerta que se abre
Al
encuentro con el creador.
Francisco.
Que
grande eres
¡Como
regalas tanto amor!
POR NESTOR MATTA GUERRERO
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