sábado, 11 de mayo de 2013
MI CASA, SU CASA
La calle,
que hoy mis pasos recorren,
Es como una
bella mujer
A pesar de
los años que ya le cuestan
Sigue en su
esplendor
Buscando realzar su especial belleza
Con peinados
y color.
Casi al
final de esta orgullosa vía
Donde
empezaba el verdor
Estaba un camino,
Que ya hoy
nadie pregunta por él
Oronda en su
entusiasmo,
Reclamando
alargar su vida,
Se eleva
imponente
Misteriosa y
buena
Esta casa
Donde
los abuelos vivieron
…
Ella, siempre estaba de fiesta.
Con la
puerta bien abierta;
Esperando mi
llegada
Entusiasmada
de amor me albergaba
Demostrándome
su cariño y calor
Estando ya
mas halla del zaguán,
Que al
jardín lo tenía por compañero
Esta gigante
de piedra, barro y amor
A ser mi
cómplice se sometía,
Señalándome
el comedor
Indicándome siempre
el pan
Que la
abuela, sobre la meza olvidaba-
En el jardín,
el árbol de durazno
Con el
disimulo de un gran señor
Cargado de
hojas y mucha flor
Me decía
Quien es el
bello
El geranio o
yo.
La escalera, ufana;
Envanecida por su orgullo
Claro…
Labrada en tan fina madera,
Apoyada como
una exquisita señora
Al costado
De la sala y
el comedor.
Con un guiño
de mucho salero
Me invitaba
a tomar posesión
De sus finos
escalones
Susurrándome
al oído…
Los abuelos
se están Comiendo
Un delicioso
alfajor.
Con el
paladar llenos de dulce
Y el alma
hecha una flor
Corriendo me
despedía
De los viejos y el caserón.
Por: Néstor Matta Guerrero
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